EL
BEATO BARTOLOME DIAS-LAUREL, UN SANTO LAICO DE ACAPULCO
Pbro.
Juan Carlos Flores Rivas
Laico, quiere decir, quien no es clérigo o sacerdote. Y en
el caso del Beato Bartolomé Días-Laurel, se trata de un laico que ha alcanzado
el grado heroico del martirio, ha dado su vida por Cristo, y eso es digno de
ser recordado, de ser imitado, de ser puesto como modelo de vida.
La Iglesia en Acapulco lo celebra los días 16 y 17 de
agosto, pues murió quemado vivo en una hoguera en la colina Nisizaka, en
Nagasaki, Japón, un 17 de agosto de 1627, sobre todo en tres lugares
principalmente: en primer lugar en la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora
de la Soledad, lugar donde siempre ha estado la sede de la parroquia de
Acapulco, y donde sin duda alguna el Beato Bartolomé recibió los sacramentos de
iniciación cristiana (bautismo, confirmación, reconciliación y comunión).
También en el Barrio de Petaquillas, donde fue construida con motivo del Quinto
Centenario de la Evangelización, ya hace muchos años, una pequeña capilla en su
honor, que en sus líneas arquitectónicas en la fachada pretende recordar a una pagoda
japonesa. Y otro lugar es el Barrio de El Pozo de la Nación, lugar donde estuvo
asentado el Convento de Nuestra Señora de Guía, lugar donde surgió la vocación
religiosa del Beato Bartolomé, y junto al convento, lugar donde sin duda alguna
nació. Pero también en toda la Arquidiócesis de Acapulco (franja costera del
Estado de Guerrero, desde el municipio de Petatlán hasta el municipio de
Cuajinicuilapa), ya que el Beato Bartolomé fue declarado Patrón de los
Catequistas, y su celebración es el Día del Catequista en la Arquidiócesis de
Acapulco.
El
Beato Bartolomé Días-Laurel fue parte de una reforma de la vida franciscana
conocida como la descalsez. Y dado que no fue ordenado sacerdote, profesó como
hermano lego, es decir es un laico.
¿Cómo
era el clima espiritual de los Padres Descalzos franciscanos? Los Descalzos
fueron parte de un amplio movimiento de reforma de la Orden Franciscana en
España conocida como la “Observancia”, por la fama e importancia de San Pedro
de Alcántara, quien forma parte de este grupo, serán llamados también
“alcantarinos”. Buscaban el seguimiento radical de Cristo, pobre y humilde,
según el ideal de San Francisco de Asís, en el compromiso de una vida en
comunidad, al servicio del hermano que sufre, de los enfermos, y en las misiones.
Con una observancia estrictísima en la dependencia de los superiores,
distinguiéndose por la importancia del hábito y andar descalzos, como signo de
fidelidad al espíritu del Fundador. Esta corriente renovadora dio grandes
santos, como: San Pedro de Alcántara (+1562), de cuya penitencia y suavidad de
espíritu hizo el más acabado elogio Santa Teresa de Jesús; San Pascual Bailón
(1592), quien nos enseñó un gran fervor a la sagrada Eucaristía; San Felipe de
Jesús, nuestro primer mártir mexicano Canonizado; y nuestro Beato Bartolomé
Días Laurel.
¿Cómo
fueron sus años de formación en el Noviciado? A los 16 años es admitido en el
noviciado del Convento de San Buenaventura en Valladolid (hoy Morelia,
Michoacán).donde recibió el hábito por vez primera el 13 de mayo de 1615, de
manos del Padre Fray Miguel Tolón. Como san Felipe de Jesús, deja el convento,
pero vuelve al año siguiente y es admitido como prueba de su intachable
conducta. Teniendo 17 años recibe el hábito por segunda ocasión el 17 de
octubre de 1616, de manos del Padre Fray Alonso de Santa María. En la flor de
sus 18 años profesó como Hermano Lego el 18 de octubre de 1617 de manos del
Padre Fray Antonio de la Cruz. El testimonio de un contemporáneo nos dice: su
maestro, para ponerlo a prueba, le señaló el humilde oficio de llevar la mezcla
a los albañiles que construían una parte del Convento, y nuestro Bartolomé
respondió con diligencia, cumpliendo lo que su maestro le mandaba.
¿Qué
es un Hermano Lego? En las comunidades religiosas, como es el caso de los
franciscanos, hay religiosos que no son sacerdotes, son laicos, y se distinguen
por el ejercicio de oficios ordinarios y manuales, en las faenas domésticas,
sirviendo con alegría a los enfermos, o ejerciendo oficios mecánicos en
beneficio de propios o extraños a la comunidad "a la manera que colaboran
entre sí las hormigas y las abejas". Recorriendo pueblos y ciudades
enseñando el catecismo a los sencillos. Esto era nuestro Beato laico Bartolomé.
¿Dónde
y cómo ejerció su Apostolado Laico nuestro Bartolomé? Ejerció su apostolado
misionero como enfermero, catequista y servicial en México de 1617 a 1619; en
Manila y su región, Filipinas, de 1620 a 1623; y en Nagasaki, Japón, de 1623
hasta el momento de su muerte en 1627. Por el testimonio de quienes lo conocieron,
sabemos que siempre fue incansable, trabajó en comunidad y se distinguió por su
sapiencia en el ejercicio de la medicina.
¿Cómo
fue su apostolado en Filipinas? Siempre fiel compañero y servicial del padre
Fray Francisco de Santa María, ejerció su apostolado como enfermero en el
famoso Convento y Hospital de Nuestra Señora de los Ángeles y en las aldeas
circunvecinas a Manila. Con diligencia, resguardando en los enfermos a
Jesucristo mismo, y esperando de él la retribución del cielo. En este humilde y
caritativo empeño de servir a los enfermos, alcanzando la virtud propia de su
estado laical, siendo ocasión de aprender bien el lenguaje japonés,
enriqueciéndose del conocimiento de muchas enfermedades y medicamentos, que
tanto le servirían después en el Japón para conquistar almas, sanándolas del
morbo del error, mientras atendía a curar los males del cuerpo.
¿Cómo
fue su apostolado en Japón? Siempre formando comunidad fecunda con el Padre
Santa María y el catequista japonés Fray Antonio de San Francisco. Vestido de
japonés, atendía las necesidades de los fieles en medio de fatigas y peligros
por los montes, en los bosques, entre las grutas, o por la ciudad y los
pueblos. Empeñándose en la conversión de los paganos. Era el servicial y
asistente del Padre Santa María, precediéndolo con el fardo de utensilios para
celebrar la Santa Misa, y con los medicamentos para curar los enfermos, que
había muchos por dondequiera que andaban. Gracias a su pericia del arte médica
nuestro santo laico podía con menor peligro entrar en las casas y en los
tugurios de los pobres y les suministraba con grande caridad y por amor de Dios
la medicina a los enfermos, teniendo el empeño de confortarlos en la fe si eran
cristianos o de catequizarlos si eran infieles, dando lugar al Padre Santa
María para cumplir el resto.
Te
invitamos a celebrar al Beato paisano nuestro, el próximo 16 de agosto, y el
día que murió quemado vivo a fuego lento el 17 de agosto. ESPECIALMENTE LAS
CATEQUISTAS, por ser el Patrón de los catequistas en la Arquidiócesis de
Acapulco. ¡Acércate a la Parroquia más cercana, o también a la Iglesia de
Tambuco (Caleta), Santa Misa 6 p.m.
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